No cabe duda de que la formación es clave para aumentar nuestro valor como profesionales, pero también fundamental a la hora de mejorar la empleabilidad y para ello, es necesario adecuar los programas de formación con el objetivo de aplicarlo en organismos oficiales y empresas.

En base a diversos estudios realizados durante este año, os presentamos algunos aspectos clave para la formación del futuro:

Adaptación de la oferta formativa para la creación de nuevos puestos de trabajo derivados del creciente proceso de digitalización y para el relevo de profesionales que se van jubilando.

Formación enfocada a jóvenes que se van a iniciar o están iniciándose en el mundo laboral, reforzando sus competencias y ofreciéndoles herramientas que les servirán en su itinerario laboral.

Los profesionales que se ocupan de formar requieren de una actualización continua para su óptimo desempeño, especialmente en ciclos medios y certificaciones profesionales con el fin de estar al día de las tendencias laborales, detectar necesidades y competencias en la práctica empresarial.

Formación dirigida a emprendedores o autónomos, que precisan de un aprendizaje enfocado a la gestión empresarial, contabilidad y finanzas que probablemente no poseían antes de iniciarse en su actividad, estos conocimientos son clave para la viabilidad de muchas de las empresas.

Formación a colectivos más vulnerables, como son, por ejemplo, los parados de larga duración. Estudiar las causas por las que les está siendo complicado reincorporarse al mundo laboral y reforzar sus competencias.

En los servicios públicos de empleo, se observa un desajuste entre las vacantes que quedan sin cubrir y las competencias de los perfiles que solicitan.  Con la estrategia formativa adecuada, se lograría reducir esa brecha.

El microlearning ha llegado para quedarse, la formación será más corta y estará dirigida a mejorar competencias concretas según las necesidades y carencias de los alumnos.

Nuevos modelos de formación mixta. La presencialidad después del COVID será más reducida, sin embargo, imprescindible, y ésta se verá complementada con la teleformación o formación online.

La retención y promoción del talento dentro de las empresas será una prioridad en los departamentos de recursos humanos, y se ayudará de la formación como herramienta para lograr el objetivo.